SOBRE EL DINERO

Curso Básico de Finanzas Personales

J. Ignacio Ulacia F. -- (2.1.2015)

INTRODUCCIÓN

Cuentas no salen Deuda Personal sumergido Hombre Preguntas

Introducción.

Era un Miércoles ya de noche, llegaba a mi casa después de un día de trabajo en la oficina y al abrir la puerta del edificio donde vivo, me encuentro un letrero “Ascensor Descompuesto, use las escaleras. Atte. la gerencia”. Para mis adentros dije “solo esto me faltaba”.

El día en la oficina había sido tremendo. Un embarque importante de la empresa se encontraba incautado por las autoridades debido a que el trailer que lo llevaba había chocado en la autopista. Hubo heridos, y el chofer se encontraba detenido en la comisaría. Mi Jefe me llamaba cada 30 minutos al celular para saber que pasaba. La esposa del chofer se encontraba en la delegación con sus 3 hijos. Creo que se pueden imaginar... o quizá todavía les falta.

Soy Pedro, tengo 36 años y soy el encargado de trafico para una empresa transnacional y mis responsabilidades incluyen el resolver este tipo de problemas. Así que me pase la mañana en la procuraduría tratando de liberar al chofer y al cargamento; cosa que fue imposible por burocracia administrativa, papeleos y abogados. Por todos lados gente que iban y venían sin parecer tener un rumbo definido.

Subía por la escalera cargando mi portafolios cuando salió la vecina del 202 gritando porque su marido le había pegado. Parecía histérica, trataba de llamar la atención de cualquier auditorio a como diera lugar. Seguí subiendo sin darle importancia y en el siguiente descanso me embarre con una substancia pegajosa que se encontraba en los escalones. Trate de quitármela raspando el zapato contra otros peldaños sin tener mucho éxito. Cuando llegue al tercer piso, tome una gran bocanada de aire y expire con fuerza. “Por fin llegue”.

Estaba metiendo la llave por el ojillo de la puerta cuando mi esposa Rocío, desde la cocina, me decía en tono fuerte “Pedro..... Pedro, ayúdame a sacar a las niñas de la tina, luego necesito que enciendas la plancha y me ayudes con las camisas”.

Había mucho ruido en la habitación; la televisión en volumen alto y se oía un radio desde la recamara. Así que deje mi portafolios, mi saco en el sofá y fui al baño para ver como estaban mis hijas; Ana de 11 años y Liz de 8. Al tocar la puerta para entrar, Ana me dijo que ni estuviera loco porque las iba a ver desnudas. De todas formas trate de abrir la puerta, pues así me lo habían encomendado y mis hijas se abalanzaron para tratar de cerrar la puerta. Me echaban agua para que me fuera. Después de un minuto me rendí, y salí arañado, mojado y corrido del baño por mis angelitos; ya estaban creciendo y pronto serán señoritas.

“¿Y como te fue hoy en la oficina?”, me pregunto Rocío.

“Hoy fue un día pesado. Ya somos demasiados en esta ciudad.” le conté lo del camión y que me la había pasado en la Procuraduría casi toda la tarde.

Al sentarme a la mesa me encontré el correo, ahí estaba el teléfono, el estado de cuenta de la tarjeta de crédito, la cuenta de la televisión por cable y la cuenta del préstamo del automóvil, ademas del gas. Solo las vi, ya sabia su contenido.

Mientras servia la cena, Rocío me dijo “Flaco, hoy me mandaron llamar de la escuela; porque necesitan una aportación adicional para la construcción del gimnasio. Que según ellos, nos toca cooperar... que es para el bien de todos los niños de la escuela”

Le dije, “Linda ya sabes que estamos un poco atrasados en nuestros pagos y la verdad, ya desconozco de donde poder sacar un poco más....”

yo sumido en mis pensamientos y sin dejarme terminar

“.... si pero ya viene la fiesta de Liz y quiere invitar como a 20 amigos. Además tenemos que irnos de vacaciones, ya llevamos 3 años aquí encerrados y las niñas quieren ir al mar.”

Pasando las cartas, estaban también mis amigos del autofinanciamiento. Siempre el mismo día del mes, como relojitos. Me daba cuenta lo rápido que había pasado un mes. Parecía como si ayer les hubiera había depositado. Abrí la carta y observé que ya solo me faltaban 10 mensualidades para terminar de pagar el coche. Cuando acabáramos de pagarlo tendiéramos un poco más de dinero.

Seguía sorteando el correo y ademas estaba el estado de cuenta de la tarjeta de crédito. Como retrasando lo inevitable, acepte la responsabilidad, saque el papel del sobre y sopatelas.... ya debíamos un mes y medio equivalente de mi sueldo. Ya sin animo las tome todas y las metí en mi portafolio y suspire para mis adentros.... esto nos pasa todos los fines de mes. Si pareciera que solo ayer había pagado las cuentas del mes anterior y ya estaban nuevamente en el correo.

Suspire y tratando de olvidarlo se me vino la siguiente idea a la mente ¿Que estas instituciones solamente saben como cobrarle a la gente? ¿Que desconoceran de otras cosas mejores que hacer?.

Para mis adentros pensé, Creo que este mes solo vamos a pagar un poco más del mínimo.

“Linda, ya viste cuanto le debemos a la tarjeta? Debemos de disminuir nuestros gastos.”

“Flaco, de ninguna manera trates de salirte por la tangente, tienes que ir con tu Jefe para que te suba el sueldo, ni creas que vamos a bajar nuestro nivel de vida. Ya nos ha costado mucho el llegar aquí. Y por cierto vino el casero, que ya nos va a subir la renta a fin de mes”.

“Linda, es algo diferente a que me suban el sueldo, ya intente eso el mes pasado y hasta salí regañado. Creo que eso va por por otro camino. Estoy seguro que debe de haber otra solución; pero desconozco cual es. Por cierto ¿como va lo de las velas?... ¿ya consiguieron algunos clientes nuevos?”

“Pues ahí las cosas van regular. Nos juntamos las de la clase y vamos a poner un lugarcito en el mercado de los sábados. Espero que podamos vender algo y espero que sea pronto”.

En eso llegaron la niñas a la mesa y nos pusimos a cenar. Dejamos el tema a un lado porque pensábamos que era inapropiado que ellas supieran de los problemas económicos. Tratábamos de darles lo mejor, todo lo que nunca tuvimos. Mientras cenábamos nos contaron sobre lo que habían aprendido en la escuela. Ana ya estaba por terminar la obra de teatro y a Liz se le había caído un diente en la escuela y la llevaron a la enfermería porque le estaba saliendo sangre.

Después de cenar nos pusimos a ver un rato de televisión y ya más tranquilos, después de que las niñas se habían ido a dormir, le dije a Rocio: “Linda, en mi rutina diaria me baño, me visto, medio desayuno, llevo a las niñas a la escuela, paso todo en la oficina tratando de atender las necesidades de la empresa, salgo de trabajar, tomo el coche, llego a la casa, cenamos, ponemos a las niñas a dormir, nos metemos en la cama y vuelve todo a empezar... Esta rutina me esta matando. Por más que le hago, las cuentas nunca salen. A la empresa le es imposible el pagarnos más; ya hasta con tiempo extra nos han ayudado.”

Rocío me dijo “Te entiendo flaco pero de ¿donde vamos a sacar más para pagar todo lo que debemos? Como le hacen las otras familias para salir adelante? Doña Chonita me dice 'que esa es la responsabilidad de tu marido; el hombre es quien te debe de mantener'. Ni creas que le hago mucho caso; pero si veo que cada día las cuentas suben. Todos piden más, más y más. Te veo llegar del trabajo todo cansado y unos días hasta molesto.”

“Buena pregunta Flaca, desconozco como le hacen otras familias. En la oficina veo que unos si la están haciendo, pero en general cuando platico con todos, la verdad estamos todos en el mismo hoyo. Me encantaría saber cual es 'la formula'. Unos, a los de arriba, se ve que les va muy bien , y otros, más bien la mayoría, están igual o peor que nosotros. Durante la comida, lo único que hablamos es de como le vamos a hacer para salir adelante este mes. Unos ya le deben a tres o cuatro tarjetas, se la pasan transfiriendo el saldo de una a la otra. Cuando se va a vencer una, le piden prestado a la otra; y así se la llevan. El problema es cuando se juntan los saldos y ahí si que cobran intereses. Otros ya se las cancelaron y los mandaron al Buró de crédito, que es un registro donde ya nadie te va a prestar por moroso.”

Rocío comprendía lo que estaba diciendo “Perdóname flaco, yo solo te presiono para que me des más dinero, y la verdad te ayudo poco. Bueno si te ayudo, pero a gastarlo... te prometo que desde hoy voy a procurar a encontrar nuevas formas para que nos rinda más”.

En la noche apenas puse la cabeza en la almohada, me quede dormido..... pero como a las 3:30 de la madrugada me desperté sudando. Había tenido una pesadilla. Había un monstruo grande, negro y muy peludo. Solo se veían sus ojos rojos y unos colmillos blancos. Me perseguía por toda la ciudad. Yo me escondía detrás de los coches, en estacionamientos, cines, y edificios. Pero siempre me encontraba y me perseguía. Cuando se acercaba solo se escuchaba “quiero más ... dame más... otro poco más....”

Me pare a la cocina para tomar un poco de agua. La noche estaba tranquila, sin ruido, todo estaba en calma... la ciudad dormía.... mi esposa y las niñas como angelitos. Que tranquilidad.... que paz....

Regrese a mi cama y me quede pensando......... tenia insomnio...... por dentro decía...

“Esto debe ser diferente..... algo esta mal..... recordaba lo que le había dicho a Rocío “... en mi rutina diaria me baño, me visto, medio desayuno, llevo a las niñas a la escuela, paso todo en la oficina tratando de atender las necesidades de la empresa, salgo de trabajar, tomo el coche llego a la casa, cenamos. ponemos a las niñas a dormir, nos metemos en la cama y vuelve todo a empezar...”

En la empresa, hago más de lo requerido, viajo por toda la república. Soy honrado y bastante trabajador. Por más que le busco, las cuentas estaban descuadradas. me preguntaba ¿Como le hacen las familias exitosas? ¿Tendrán alguna formula mágica para hacer que les rinda el gasto? .... ¿ Todos estamos igual? con deudas, la renta, las colegiaturas, el pago del coche, la tarjeta de crédito.....

Ademas en lo relativo a mi tiempo personal, llegaba el fin de semana y después de conmutar entre la casa y el trabajo por 65 minutos en cada trayecto y viajar por varias ciudades de la república, lo que quiero es descansar en mi casa y ver el fútbol; pero como mis mujeres se la han pasado en la casa toda la semana, quieren salir a divertirse; ir a algún sito diferente como un centro comercial, algún lugar de diversión y ver una película en el cine todos juntos.

NOTAS