MARTES
MARTES
“Evite ser uno de aquellos que sabe el precio de todo y el valor de nada.”
Mientras Rocío terminaba de arreglarse me puse a platicar con Liz que estaba sentada en el mostrador de la cocina. “Como te fue ayer con Abue? me imagino que la pasaron bomba. ¿Que hicieron?”
Empezó Liz “Ya sabes, Papi. después de que nos comimos los pasteles de choco, fuimos a la pastelería de camino a la escuela, y ahí había muchos de todos los sabores; de fresa, de vainilla, roles de canela, unas conchas.... mmm...… riquísimas. Abue nos dijo que podíamos tomar uno para el recreo. Yo tomé la tartaleta individual de frutas; esos que tienen fresa, durazno y uvas. Luego lo envolvieron con un plástico y lo metí en mi mochila.” Unos segundos más tarde continuó con su relato “Te voy a decir un secreto. Ese también como estaba riquísimo, y ¿que crees? ... nunca pudo ver el recreo !! ji ji ji . Me lo comí en el salón de Clases !! De las mordidas tan grandes se me salía la crema que tenían adentro. Espero que Abue nos consienta así de seguido. Son muy ricas las cosas que nos compra.”
“A mira, nada más... entonces .... ¿lo que nosotros les compramos no son tan buenas?”
“ Eso para nada, Papá.” en tono impaciente. “Lo que nos gusta más, es la forma en la que nos da. Como decírtelo... ella lo pone como… interés … como misterio. ¿Que se yo?”.
“Tienes razón, así es la Abuela, muy linda. ¿Que puedo decirte yo, si es mi Mami?. Pero hoy los va a cuidar María, cuando salgan de la escuela.”
Viendo el reloj volví a apresurar a Rocío y a Ana “Apúrate flaca, ya se nos está haciendo tarde.”
En eso salió Rocío y Ana del baño y fue al mostrador de la cocina.
“Si ya voy, solo le dejo a María la lista de cosas que tiene que hacer hoy, dame un segundo.”
María es la persona del aseo que nos ayuda con los quehaceres de la casa, viene de Lunes a Viernes todas las semanas de entrada por salida; ‘Es la alegría de la casa’ como decía Rocío.
Dejó la lista sobre la mesa y nos fuimos como de rayo al curso. En el trayecto dejamos a las niñas en la Escuela. Ahí las estaba esperando su maestra que nos recibió amablemente mientras las dejábamos en la banqueta. Nos despedimos de las chiquitas y seguimos nuestro trayecto hacia el Hotel. Como me imaginé, el tráfico se empezaba a congestionar. Era tan interesante ver que si sales 5 minutos más tarde, posiblemente llegaras 15 a 20 minutos después. Así que seguimos nuestro trayecto y lo más pronto posible fuimos al Hotel. Llegamos dos minutos antes que empezara la plática. Ahí nos estaba esperando Cynthia y Raúl en el mismo lugar. Con una sonrisa en la cara cada uno de ellos.